viernes, 28 de junio de 2019

Crítica literaria; "Pretéritas imperfectas".

Elena y Lourdes son dos mujeres de hoy en día. La primera se ha casado por penalti y es madre de dos mellizas adolescentes. La segunda es una mujer trabajadora que no encuentra tiempo para cuidar de sus hijos. Y ambas comparten un sentimiento de angustia existencial, que afecta a las mujeres en particular, y a todos los seres humanos en general.


Elena y Lourdes son las protagonistas de "Pretéritas imperfectas", escrita por Itziar López y Noelia Pastor, publicada por Ediciones Atlantis. Esta obra conforma un retrato del espíritu humano, que se esboza a través de la crisis de los treinta y tantos años que ambas mujeres experimentan. Y ojo, no hace falta ser mujer para sufrir este dolor. Las dos intentan superar esta angustia existencial, ya sea con los efectos curativos del arte de ir de compras, o flirteando con el sexo opuesto. Pues en esta novela se explica, entre otras cosas, cuáles son las propiedades secretas de la lencería fina o de los distintos tipos de zapatos. Incluso experimentan episodios de revitalización a raíz del encuentro de cada una de ellas con sus respectivos queridos, porque a ninguna de ellas les disgusta la idea de vivir relaciones extramatrimoniales. Las dos se ven atrapadas en matrimonios enfriados, en las que sendos maridos han dejado de amarlas, e incluso, uno de ellos tiene una querida...
Mención aparte merecen un par de lecciones de vida. En un flashback, Elena recuerda el momento que estaba preparando su boda, y se quedó atrapada en el ascensor de la tienda de vestidos de novia con su madre, su por aquel entonces futura suegra, y una desconocida que portaba un bastón. Y se inició en ese momento una claustrofóbica discusión, en el que la desconocida del bastón resultó ser la que tenía razón...
La segunda lección es dada por la tía Carlota, pariente de Lourdes. En la fiesta de su 73 cumpleaños, esta tía cuenta a sus sobrinas cómo le afectó la relación extramatrimonial que tuvo de joven. Es una historia con moraleja que termina por influir en una importante decisión que Lourdes tiene que tomar...
En resumen, que esta novela es como la vida misma. Y como la vida misma, carece de un tercer acto propiamente dicho, un final contundente, Porque todas las historias, de alguna manera, continúan y continúan...
Finalizo esta entrada con un vídeo de Eric Clapton, cantando Key to the highway, una canción que aparece en la novela y que ambienta una picante escena protagonizada por Elena...

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