jueves, 13 de junio de 2019

Crítica literaria "El frío que nos acoge mientras los robots caminan entre los humanos"

La estatua de Miguel de Cervantes Saavedra, el de Alcalá de Henares, contemplando la inmensidad cósmica del universo...
Con esta imagen tan impactante comienza "El frío que nos acoge mientas los robots camina entre los humanos", el último libro de Daniel López-Serrano, alias Canichu, publicado por Ediciones Amarante. Y con este primera impresión, el autor logra atraer la atención del lector, mediante un recurso muy utilizado por los autores de ciencia ficción; partir de elementos familiares o conocidos por el lector.
Porque esta obra está ambientada en Alcalá de Henares... Distrito Federal. Es decir, que se trata de una versión futurista de Alcalá de Henares, una réplica construida en una estación espacial, que funciona como si fuese una nave de espacio profundo, con una capacidad casi ilimitada de viajar por entre los astros, llegando a orbitar sobre mundos habitados para atraer visitantes y turistas...
Así que gracias al recurso del elemento familiar, Daniel nos describe los entresijos de una sociedad espacial en completa expansión. Al principio de esta obra, Alcalá de Henares, perteneciente a la Federación, había terminado de separase físicamente de Madrid DF. Se inicia entonces un conflicto interno entre la alcaldía, la mafia local y una empresa energética.
A lo largo de los capítulos, el lector asiste a las primeras semanas de viaje de este Alcalá independizado por el espacio. Las intrigas políticas y mafiosas se van sucediendo. Y al final, el lector se preguntará si esta sociedad espacial es tan diferente de la nuestra. Porque, ¿de qué se está hablando? ¿Realmente son los líderes políticos los que mandan? ¿O las mafias criminales? ¿O los que controlan y monopolizan los recursos energéticos?
Y al final, el lector comprende por qué esta obra tiene un título tan largo como enigmático...


Aparte de esta entretenida y compleja historia, el libro prosigue con una serie de relatos cortos, que continuarán asombrando al lector. Son historias que nada tienen que envidiar a la televisiva "Los Límites de la Realidad".
Así pues, tenemos a un viajero del tiempo, coleccionista de piedras, que es amigo de un escritor de ciencia ficción. A un soldado romano que experimenta un viaje metafísico-espiritual, mientras vigila a unos crucificados. A una huelga minera en Marte que se me antoja muy parecida a algún que otro hecho histórico. Al propio autor realizando una psicodélica odisea espacial. A un paranoico que de pronto se lía a golpes con los electrodomésticos de su casa. A una poetisa que se ve borrada por no haber escrito sus ideas. A un astronauta atrapado en una cápsula espacial dañada. A un taxista hambriento que se vuelve paranoico. A una bruja que vive en el fondo de un barranco. A un colono espacial que intenta volver a la Tierra sin que le extraigan su cerebro...
Son historias cargadas de fundamentos filosóficos y metafísicos, que entretienen además de hacer pensar.
Termino esta entrada con un vídeo de Borja Montero, cuyo clon criogénico aparece entre las distintas tramas del relato principal, de tan largo título; "El frío que nos acoge mientras los robots caminan entre los humanos".



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