jueves, 22 de junio de 2017

Crítica literaria. Los supervivientes del Arca.

Los supervivientes del Arca no es una novela juvenil post-apocalíptica... ¡Es mucho más!


A mediados de la década que viene, unos treinta mil jóvenes españoles encerrados en un gigantesco búnker bajo la sierra de Guadarrama, se ven en la tesitura de salir al exterior, para comprobar si la Tercera Guerra Mundial que los recluyó bajo tierra ya ha finalizado.
Con esta inquietante premisa, Gorka Pera Seijo empieza su novela. Nos describe a un grupo multitudinario organizado por clanes según su procedencia geográfica. En el momento en que empieza esta historia, son chavales de entre 18 y 16 años, que llevan ya unos tres años enterrados vivos, teniendo que racionar sus limitados recursos y esperando a una ayuda que no parece llegar nunca.
Cuando una pequeña expedición sale al exterior, la novela se vuelve adictiva. Gorka hace un uso magistral de los clifthangers para mantener a lector enganchado página tras página y capítulo tras capítulo. Así pues, mientras los expedicionarios mueren e extrañas circunstancias, dejando a un único superviviente que vuelve al Arca hablando de radiactividad en el ambiente, en el búnker se organiza una invasión interna de uno de los clanes sobre los demás grupos. Se perfila entonces un enfrentamiento entre Jaime, el líder oscense, y Rubén, el líder andaluz. El primero es un chaval inteligente y altruista que piensa primero en el bien de su clan, mientra que el segundo, es el típico tirano con ansias de poder y cegado por sueños de gloria, que pretende mandar sobre todos a toda costa (No diré a qué tirano se parece Rubén, porque si lo piensan bien, todos los tiranos se parecen entre ellos).
Se trata, pues, de un tenso enfrentamiento que se mantendrá durante toda la novela, incluso después de la salida definitiva del Arca, siendo el grupo de Jaime perseguido por el de Rubén a través de media España, convirtiendo la geografía de nuestro país en poco más que un mapa de la Tierra Media de Tolkien. Una tensión que desemboca en una batalla más propia de la Edad Media...
Pero los episodios más interesantes de esta novela no son los referidos al conflicto existente entre estos dos grupos, sino a los viajes de Laura, la otra superviviente de la expedición inicial. Al quedarse sola en el mundo exterior, descubre localidades deshabitadas, con las casas cerradas a cal y canto, y carentes de cadáveres. Esta chica llega a experimentar fenómenos que rozan lo sobrenatural. Porque en la superficie hay algo, mucho más peligroso que la radiación, que ha matado a toda la gente y que pone en peligro la vida de los supervivientes del Arca...
Estamos, pues, ante una novela que provoca en el lector el síndrome de BTPL (Buscar Tiempo Para Leer). Así que aprovecho esta entrada para felicitar a Gorka Pera Seijo por haber escrito una novela tan redonda y entretenida; Los supervivientes del Arca, publicado por Ediciones Atlantis.


Crítica literaria. El elegido de los Oscuros.

¡Bienvenidos al mundo de Hamet Retiem, donde podrás viajar al lado de elfos, humanos y enanos!


El elegido de los Oscuros es una novela de Vicente Verdú, que cuenta las aventuras del joven Daviel, que empujado por violentas circunstancias, se ve envuelto en un viaje espiritual de incierto destino.
Nos encontramos pues ante una novela de magia y espada al estilo de El Señor de los Anillos, un relato capaz de sumergir al lector en un mundo fantástico lleno de elfos, enanos y peligros que el protagonista debe afrontar para poder continuar con su camino.
A pesar de que Hamet Retiem guarda muchas semejanzas con la Tierra Media de Tolkien, este mundo es totalmente original. Para empezar, existen en él los broshers, unos seres que comparten rasgos con las otras tres razas predominantes, que son los elfos, los enanos y los humanos. Son los principales antagonistas, unos auténticos malvados que se extienden por Hamet Retiem, después de largos años de inactividad, exterminando a toda forma de vida, pues poseen la certeza de que son seres superiores. De hecho llegan a confeccionar ropa con pellejos humanos...
Daviel se ve envuelto en una batalla cruenta en la fortaleza de Kiador, donde un mago medio brosher intenta organizar, sin éxito, una defensa contra unos enemigos tan formidables. Es entonces, durante esta masacre, cuando los sentidos aletargados de Daviel despiertan, pues él también es un mestizo, siendo medio elfo...
Porque el protagonista no se limita a combatir enemigos a lomos de su fiel caballo Torben. También descubre detalles de su pasado que su padre Herond le escondía, empezando con que su progenitor fue de joven una especie de paladín heroico. Lo cierto es que esta obra también tiene rasgos de culebrón épico, al estilo de Juego de Tronos. Tanto es así, que a mí, personalmente, no me hubiera extrañado que de pronto se abriera una puerta y apareciera Darth Vader con su espada de luz roja diciendo; "Daviel, soy tu padre".
Es después de la masacre de la fortaleza de Kiador cuando el viaje de Daviel empieza de verdad. Con la intención de alertar a las demás razas sobre el retorno de los broshers, El grupo de supervivientes se escinde, obligando al protagonista a separarse de su familia. Comienza un viaje para entregar el susodicho mensaje de alerta a los enanos. Lo hace al lado de Shawan, un elfo que se convierte en uno de sus primeros maestros, que le ayuda a comprender sus aletargados sentidos élficos. Además, también viaja con él Dalfrod, un viejo amigo de su padre. Se trata de un personaje cómico, un hombre con aspecto de oso y uno de esos aliados con los que siempre se puede contar, que protagoniza las situaciones más divertidas de la novela.
El viaje de Daviel y sus dos amigos les lleva a través del Bosque Taimado, que es el típico bosque que aparece en estos cuentos de magia y brujería, lleno de peligros mágicos y fenómenos sobrenaturales, que pondrán a prueba el valor y la cordura de los tres protagonistas.
Es en esta parte del viaje, cuando se les une Vilard, un elfo oscuro, que sin duda alguna, es el personaje más interesante de esta novela, pues lleva unos cien años fugado, acusado de haber asesinado a una reina élfica...
Por lo tanto, estamos ante una obra muy entretenida, acta para un público juvenil, aunque también la pueden disfrutar los adultos enganchados a estas movidas de espada y brujería. El elegido de los Oscuros, por Vicente Verdú y publicado por Ediciones Atlantis.


Crítica literaria. Lo vi en sus ojos.

Lo vi en sus ojos es un thriller espiritual de suspense.


Con esta primera frase se podría definir sin más la última novela de Luisa Fernanda Barón Cuello. Describe el día a día de una oscense llamada Natalia Román, la cual, al haber heredado el sexto sentido de su madre, sufre violentas y macabras pesadillas, que literalmente, son para perder la cabeza.
Luisa Fernanda nos describe la vida diaria de la protagonista, que al rechazar los mensajes dados por su don sobrenatural, se refugia en su rutina cotidiana. Intenta llevar una vida normal en su tienda de la calle del Coso Alto, a pesar de que en el último mes han estado desapareciendo varias jóvenes, y que sus terribles pesadillas, de alguna manera, están relacionadas con estos hechos criminales.
Al mismo tiempo, la autora no lleva de paseo por Huesca, porque además de describir la vida diaria de la atractiva protagonista, también nos pone en alerta sobre la presencia amenazadora de El Artista, que acecha a sus víctimas al tiempo que se inspira en la leyenda de La Campana de Huesca para ultimar los detalles de su "obra de arte".
Pero no todo es crimen, misterio y leyendas aterradoras en esta novela. Porque también hay amor. De hecho, la protagonista sigue sus designios del corazón (y de otras partes menos nobles de su anatomía), para poder consumar su amor con cierto camarero donjuán que le trae un café con leche a su tienda a las once y media de la mañana.
Asimismo, Natalia Román se ve arrastrada a un inevitable encontronazo con el asesino de sus sueños, sin saber si estará preparada o no para vérselas con semejante individuo, creándose una trama enriquecida con suspense, que hace que el lector se sienta inquieto por el incierto futuro de la protagonista...
¿Abrazará finalmente Natalia su sexto sentido? ¿Conseguirá atrapar al Artista? ¿Logrará salir con vida de ese encuentro con la muerte? Las respuestas, a éstas y otras preguntas, en Lo vi en sus ojos, de Luisa Fernanda Barón Cuello, publicada por Ediciones Atlantis.


martes, 13 de junio de 2017

Feria del libro de Madrid 2017.

El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra... ¿O no?

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Lo peor de ir a la Feria del Libro de Madrid, no es que coincida con una oleada de calor, ni que no venga nadie que desee una firma tuya...
Lo peor de ir a la Feria del Libro es... ¡PELEAR CON LA M-30!
Ahora bien, este año, con El Observador, la experiencia fue mucho más satisfactoria que con El Heraldo del Caos. Quizá, el mayor inconveniente vino dado por la citada oleada de calor. Vine desde Galicia, pasando de los 20 y tantos grados a los 34. En un principio, no debería suponer ningún problema para mí, pues prefiero mil veces pasar calor que frío. Pero he detectado que las altas temperaturas influyeron en las visitas y en la firma de libros. Estuve durante una hora y media en una caseta que quedó iluminado por un sol que pegó fuerte, con guantes de boxeo y todo, durante los primeros 60 minutos. Transcurrido ese tiempo, al ver que prácticamente todo el mundo pasaba por delante sin apenas dentenerse, decidí aplicar el truco del Dilema del Prisionera con Luisa Fernanda Barón Cuello, la escritora con la que compartí caseta y que estaba firmando ejemplares de su última novela Lo vi en sus ojos (de la cual, publicaré una reseña en este mismo bolg la semana que viene).
Fue entonces, en esa última media hora, al avanzar las sombras de la tarde y refrescar por fin el ambiente, cuando las visitas llegaron a la caseta.
La reacción general era la misma. Miraban mi libro, les llamaba la atención la portada y tomaban un ejemplar para leer la contraportada. Muchos llegaron a manosearme el mismo ejemplar, y yo, con la intención de animarlos a que se llevaran un ejemplar a casa, después de que leyeran la contraportada, les enseñaba la ilustración que acompaña estas líneas, indicándoles que así empieza la novela de "El Observador".


Aunque conseguí interesarlos en mi obra, ninguno de los que vieron mi dibujo y magrearon el libro quiso dignarse a que le firmara un ejemplar. Sin embargo, estoy seguro de que sembré en sus almas una inquietante semilla. Quizás adquieran el libro por alguna otra vía, al recordar a la mujer que recibe mensajes de advertencia a través de su móvil, y preguntarse qué fue de ella...
Pero de repente, sucedió el milagro. Una lectora se acercó y magreó el libro, al igual que muchos otros. Yo estaba dispuesto enseñarle la ilustración cuando ella me preguntó "¿Me lo firmas?"
¡Fue la mayor alegría de toda la tarde! ¡Por fin, una persona que no conocía de nada, quería que le firmara un libro mío! Me puse tan contento, que ni siquiera me acordé de preguntar cómo sabía ella de mí. De hecho, a pesar de escribir su nombre, hoy en día no soy capaz de acordarme de cómo se llama.
No obstante, mi tiempo de estancia era limitado. Tuvimos que irnos para ceder la caseta a Vicente Verdú y a Gorka Pera Seijo (de cuyos respectivos libros también hablaré en futuras reseñas). Y me fui con la sensación de que si hubiera permanecido otra hora y media más firmando libros, habría atraído a muchos más lectores, aunque solamente sea para sobarme el libro.
En definitiva, que mi visita a la Feria del Libro de Madrid fue satisfactoria, porque por lo menos, he sido visible ante futuros lectores.