jueves, 30 de mayo de 2019

Crítica literaria "Humo".

¡Damas y caballeros! ¡Pasen y vean! ¡Vean al gran mago Percy T. Selbit cortando a una persona en dos trozos! ¡Un espectáculo no apto para cardiacos!
Así debieron de sonar los discursos de los maestros de ceremonias de los teatros de Londres a principios de los locos años 20, para anunciar la actuación del mago Percy T. Selbit. Este ilusionista se hizo famoso por ser el primero que hizo el truco de cortar por la cintura a un ayudante encerrado dentro de un cajón. Y en sus tiempos, Selbit también se popularizó gracias a una sesión de espiritismo al que acudió el mismísimo Sir Arthur Conan Doyle, en el que el autor de Sherlock Holmes salió de allí, convencido de que todo lo que había presenciado fue real.
Y ahora volvamos a nuestros tiempos, en donde un compostelano llamado Emilio Villanueva López tomó prestado a este mago para ser protagonista de su primera novela; "Humo", publicado por Ediciones Atlantis.


Emilio parte de unas inquietantes premisas, basadas en las leyendas negras que suelen acompañar a este tipo de ilusionistas de principios del siglo XX. ¿Qué hubiera pasado si Selbit hubiera hecho un pacto con el Diablo? ¿O si hubiera participado en las trincheras de la Primera Guerra Mundial? Porque el verdadero Selbit no hizo nada de estas cosas. Aún así, Emilio crea un universo paralelo en el que Selbit sí realizó estos actos, para construir una novela negra plagada de desapariciones, asesinatos y hechos misteriosos impregnados de magia.
Incluso, Emilio llega a describir cómo se hace el famosos truco del ayudante cortado en dos... Pero que los magos profesionales no se enfaden, porque al fin y al cabo, no se describe nada que el espectador medio no se haya imaginado ya.
Emilio se toma la licencia de deformar estos hechos históricos para estructurar una novela en el que narra los horrores de la Gran Guerra, o de qué es capaz alguien que ha podido vender su alma al Diablo; hay que tener cuidado en qué depositas tu fe.
El resultado es un relato cuyo tercer acto es de infarto, cargado con altas dosis de suspense, en el que el lector llega a sufrir por el incierto destino de los personajes que rodean a este reverso tenebroso del verdadero Percy T. Selbit. En resumen, que "Humo" es una novela entretenida, recomendable para los aficionados de los misterios de la farándula mágica.


viernes, 1 de marzo de 2019

Crítica "Crónicas de Shámsala II"

Por fin, he conseguido leer "Las sombras del reino", la segunda entrega de "Crónicas de Shámsala", la saga literaria ideada por Juan Luis Goikoetxteta, publicada por Ediciones Atalntis.
Así que si no habéis leído la primera novela, os recomiendo que salgáis de esta entrada y os metáis en https://elobservadornovela.blogspot.com/2018/06/critica-literaria-cronicas-de-shamsala-i.html en el que hablo de la primera entrega.
Ahora, que si continuais leyendo estas líneas, no me culpéis por soltar spoilers de la primera parte.
Esta segunda entrega empieza con el retorno del príncipe Degall a Vende, la capital de Shámsala. Y lo hace después de haber ordenado la muerte de su hermano Gumb (estabais advertidos), que todo hay que decirlo, se trató de un magnicidio en defensa propia, ejecutado por Brigadión, su fiel vasnino y mentor en "Lo Prohibido".
Ahora bien, cualquiera que haya leído la primera parte, ya habrá adivinado quién va a ser la víctima del segundo magnicidio en defensa propia, que sucede en esta segunda entrega. El caso es que, como ya estaba previsto, Degall termina siendo coronado rey-emperador de Shámsala con la ayuda de las artes letales de Brigadión.


Hasta el momento de la coronación de Degall, tenía una imagen diametralmente opuesta de estos dos. Pensaba que Degall era el típico niño malcriado, déspota, consentido y malvado, el jovenzuelo que tanta mala fama da a este tipo de nobles genealogías de rancio abolengo. Y creía que Brigadión era un guerrero noble, que instruía a Degal porque pretendía convertirle en un líder sabio y justo. Es decir, que quería fabricar al rey-emperador que de verdad necesita la gente de Shámsala, para por fin poder mejorar las vidas de los súbditos y terminar con el dominio de corrupción, terror y oscuridad que asola todo este territorio medieval.
Así que con este panorama, pensaba que, en esta segunda entrega, Degall iba a ser un rey tiránico y malvado, mucho peor que su padre Crotor, y que Brigadión terminaría por traicionarle para liderar la una fuerza civil de resistencia...
¡Me equivoqué!
Porque cambié de opinión a partir de un hecho acaecido en la misma noche de la coronación de Degall, un hecho, que a partir de ahora, para evitar evitar destripar en exceso la historia, denominaré,  el Incidente.
Pues bien, a partir de este Incidente, mi percepción sobre ambos personajes da sendos giros de 180º. Porque por culpa de este Incidente, los dos se muestran tal como son.
Para empezar, Degall se propone. en serio, ser mejor persona, con lo que por fin se convierte en el rey-emperador que Shámsala se merece tener. Y no tarda en demostrarlo al líderal, con la ayuda de un ejército de mercenarios slá, una gran hazaña que no tiene que faltar en este tipo de relato de espada y brujería; ¡UNA BATALLA CAMPAL! En concreto, Degall dirige los ejércitos de Shámsala en la batalla de Dor-Alia, para liberar este enclave minero de una fuerza extranjera que pretende apoderarse de sus preciosos recursos minerales. Gracias a los slá, Degall consigue ganar esta batalla a costa de unas pocas bajas en el bando de Shámsala.
Y en segundo lugar, con la realización del mencionado Incidente, Brigadión se muestra como lo que realmente es; un matón, un ser vil y despreciable, que se vale de sus refinados conocimientos de "Lo Prohibido" para satisfacer sus deseos más rastreros. Y tras la batalla de Dor-Alia, Brigadión no tarda en ser desenmascarado, convirtiéndose en el acto en el enemigo número uno de Shámsala.
A partir de aquí, el relato se va complicando, pues el Incidente acarreó otras consecuencias imprevistas, las cuales se desarrollarán en la tercera entrega de esta saga literaria.
No quería terminar esta entrada sin mencionar una extraña rareza literaria que aparece en este libro. O al menos, este humilde servidor nunca antes lo había visto.
Y es que, en mitad del relato, el autor añade un capítulo de más de 100 páginas, en la que se cuenta, con todo lujo de eróticos y agresivos detalles, la biografía de Brigadión antes de ser nombrado uno de los protectores de la familia real de Shámsala. En otras palabras, que en este grueso tomo tenemos una novela corta dentro de otra mucho más grande, que intenta explicar los orígenes de las bajas pasiones de Brigadión y cúal va a ser su curso de acción en su nueva vida como prófugo más buscado de todo el reino.
Por mi parte, me queda esperar a la tercera entrega, pues me he quedado con ganas de ver qué hay dentro de la fortaleza de Bateff y cómo harán Chafan y Graggo para encontrar a su desaparecido hermano Risco. Es una historia que, como diría Michael Ende, habrá que contar en otra ocasión.

jueves, 8 de noviembre de 2018

Crítica literaria "La lenta muerte de la humanidad".

Víctor Jiménez, guionista de cómics, plasma en este libro de Ediciones Atlantis algunas de sus ideas más asombrosas y sesudas. A través de cuatro relatos cortos, nos lleva de viaje a través de una realidad inquietante y perturbadora, en donde los demonios se materializan en el mundo físico, los escépticos se enfrentan a la existencia tras su propia muerte, los poderosos están detrás de retorcidos experimentos genéticos, y sabios del 2045 hacen un desesperado viaje en el tiempo con la intención de salvar a la humanidad de su próxima autodestrucción.


Estamos, pues, ante una obra de temática fantástica, en donde se recopilan historias que no dejarán indiferente al lector/a, en especial el último relato, que es el que justifica el título del presente libro, y que muestra las claves para evitar el mundo apocalíptico, el del 2045, descrito en este relato.
Así pues, estamos ante una obra para incondicionales del misterio, la fantasía, la ciencia ficción y el terror, que no obstante, tampoco defraudará a los lectores/as, que no son aficionados/as a los citados géneros.
Y lo mejor de esta obra es su brevedad (cuenta en menos de 100 páginas, todo lo que tiene que contar), lo que la hace recomendable para los que tengan alergia a la lectura. Y lo digo yo, que ha detectado cierto resoplido de pesadez cada vez que enfrentaba uno de sus libros (de más de 400 páginas) a los lectores potenciales que se presentan a mis firmas de libros.
Y como es habitual en mis críticas literarias, cierro la presente con un tema de TSFH, He, who brings the night, que puede servir para ambientar este libro, "La lenta muerte de la humanidad", de Víctor Jiménez y publicado por Ediciones Atlantis.


jueves, 28 de junio de 2018

Crítica literaria, "Antihéroes".

Una telequinética, una telépata, un mediún, una cronoquinética y un teletransportador coinciden en una aula... No, no es el principio de un chiste. Es el momento en que se conocen los protagonistas de "Antihéroes", la última novela de Iria G. Parente y Selena H. Pascual, publicada por Nocturna Ediciones.


"Antihéroes" es una novela que sigue la estela que en su día inició, M. Night Shamalah con su película "El Protegido", en el que se llevaba la temática de los superhéroes de cómic al mundo real; es decir, sin puestas estilizadas de escenas de acción, ni protagonistas llevando máscaras y trajes de payaso.
Esta obra nos relata en primera persona las vivencias de cinco jóvenes con poderes peculiares que han sido capturados por una organización secreta del gobierno español que responde a las siglas de CIRCE (¿Quién lo iba a decir? ¿Estas cosas también pasan en España?). A lo largo de los distintos relatos de cada uno de estos chavales, el lector es testigo de sus antecedentes y de las tribulaciones a las que se tienen que enfrontar, empezando por la opresión de los tutores de CIRCE, que son los típicos villanos que actúan convencidos de que están haciendo el bien.
La novela se estructura mediante una sucesión de micorrelatos o capítulos marrados en primera persona por los protagonistas, teniendo cada uno de estos autores un estilo propio a la hora de contar y describir lo que les está sucediendo o lo que están haciendo.
Así pues, el estilo narrativo de Yerai Ayala destaca por su lenguaje barriobajero. Es el típico chico heterosexual inseguro que refuerza su masculinidad con tacos y que le importa demasiado lo que el lector piense de él. Este chico es el último en unirse al grupo de reclusos y el que aporta la vena rebelde a este improvisado equipo de jóvenes talentos. Posee el poder de la teletransportación, además de un vasto conocimiento de la cultura pop. Se puede decir que es un friki que va de macarra por la vida, uno que no le importa que digan mal su nombre, llamándole Jedi.
Si Yerai es el ideólogo y corazón de este grupo, Alicia Diallo sería su cerebro y la que termina por ser su líder. Es la telépata y su estilo narrativo es el más pulcro y analítico del grupo. Conocedora de la mente humana, es la que toma las decisiones difíciles. Acaba por protagonizar la principal historia de amor de toda esta trama.
Luego está Cristian Iglesias, el mediún, cuyo estilo narrativo es el más confuso, sobre todo en esas partes de la narración en la que es poseído por espíritus. En un principio, él es el más débil del grupo, aunque pronto se descubre que su habilidad es clave a la hora de organizar una fuga de las instalaciones de CIRCE, encontrando la brecha en la seguridad de esta institución carcelaria.
Mei Bayón es la telequinética, la más infantil del grupo, como se puede apreciar en su estilo narrativo. Los capítulos narrados por ella son más bien son charlas-monólogo con Arlenne, su muñeca de trapo. No obstante, termina por ser la miembro más poderosa de este equipo.
Y por último, y no por ello menos importante, está Esther Galiano, la cronoquinética. Sus microrrelatos-capítulos destacan sobre los demás, porque están escritos a mano, reproduciéndose en el libro las hojas garabateadas de una libreta que esta chica siempre lleva encima. En un principio, tiene la facultad de paralizar el tiempo, aunque no tarda en descubrir que puede retroceder al pasado o ver el futuro. Tiene la intención de volver atrás en el tiempo para cambiar un hecho traumático de su pasado, y por este motivo, empieza sus capítulos dirigiéndose a la Esther del pasado, antes de unas estrofas de músicos anglosajones, como si se tratarán de pruebas de autenticidad de estas cartas para sí misma.
Una vez reunidos estos cinco elementos, la trama se va desarrollando. Descubren que no son tan peculiares como ellos creían antes de ser capturados. De hecho, CIRCE está formado por individuos que también presentan habilidades especiales. En el mundo hay mucha más gente mágica o con poderes peculiares. Y pronto urden un plan para fugarse de las instalaciones de CIRCE.
A partir de entonces, empieza un juego del gato y del ratón que sucede a lo largo y ancho del mundo. Y mientras estos cinco antihéroes huyen, hacen turismo, fortalecen sus lazos afectivos, se consolidan sus amistades, toman mayor control de sus poderes, e incluso surgen un par de relaciones amorosas dentro del grupo. No obstante, la presencia persecutoria de CIRCE se hace notar, convirtiéndose en una amenaza que pone en peligro sus vidas y su libertad. En definitiva, esta pandilla se embarca en un viaje iniciático, en un relato en el que se defiende lo valioso de lo raro y peculiar, y en donde el lector llega a sufrir por el incierto destino de estos chavales.
¿Conseguirán los Antihéroes huir de CIRCE? ¿Podrán derrotarla? Conozcan la respuesta en el libro de Iria y Selene publicada por Nocturna Ediciones; "Antihéroes".


jueves, 14 de junio de 2018

Crítica literaria; "Crónicas de Shámsala I"

Cuando coincidí con Juan Luis Goikotxeta en la Feria del Libro de Madrid, me vendió su libro, "Crónicas de Shámsla", como una novela al estilo de Juego de Tronos. Y después de leerla, pienso que se ha equivocado. "Crónicas de Shámsala" es, más bien, como una fantasía medieval dirigida por Quentin Tarantino.
Lo primero que llama la atención de "Crónicas de Shámsala", es el tipo de letra. En una de las primeras páginas, hay una advertencia sobre los tres tipos de fuente que Goikotxeta utiliza para escribir esta obra. Así, según el estilo de fuente, el lector puede ver de inmediato, cuando la historia está contada en primera persona por el príncipe Degall, cuando está contada en tercera persona por el típico narrador omnisciente, o cuando el que narra, "enarmoniza".
¿Y qué es enarmonizar? Ya lo diré más adelante, aunque es mejor leer el libro para entenderlo bien.
Shámsala es un reino cuya localización está fijada en uno de los planetas que orbitan Deneb, una de las estrellas de la constelación de El Cisne. Es un mundo que, para muchos lectores del género de fantasía medieval, ya es de sobra conocido, como se desvela en uno de los apéndices del final de este libro. Y a pesar de ser un lugar tan lejano, sus habitantes son tan humanos como los que habitamos la Tierra. E incluso, aunque se trata de un mundo medieval, la gente habla igual que nosotros, en un lenguaje de calle tirando a barrio-bajero, como se puede ver en la siguiente viñeta satírica, en donde retrato a la familia real de Shámsala:


He de advertir que si semejante grabado se publicase en Shámsala, mi cabeza no tardaría en rodar. Porque así gobierna el rey Crotor, emperador de Shámsala, con puño de hierro. Es un auténtico déspota, un tirano por derecho de familia, un rey malvado y cruel, que no tolera ningún acto de burla o desobediencia por parte de sus sufridos súbditos.
Y sus hijos trillizos están de camino a seguir los mismos pasos que su padre. Degall, Gumb y Lenha son los típicos hijos malcriados, acostumbrados a hacer lo que les da la gana. Enseguida se adivina que no van a acabar bien, con Gumb y Degall odiándose mutuamente, porque los dos tienen las mismas posibilidades de llegar a ser rey, y Lenha siendo objeto de deseo de Degall, pues este príncipe experimenta una malsana obsesión por conocer a su hermana en sentido bíblico.
La trama de la novela tiene lugar entre Vende, capital del reino, y Dor-Alia, una ciudad minera famosa por su producción de oro. Después un misterioso asesinato en el palacio real de Vende, el rey Crotor manda a sus tres hijos a vivir a Dor-Alia, situada al otro lado del reino. A partir del mencionado asesinato, la trama se va desarrollando, entretejiéndose una enmarañada red de conspiraciones, magnicidios, ejecuciones, robos y venganzas sádicas.


He de mencionar a los vasninos, los consejeros-guardianes de la familia real, que se llaman así porque provienen de Vasnida Goltein, la región central del reino. Son los personajes más heroicos de esta trama de corruptelas y puñales traicioneros por la espalda.
Para saber cómo es un vasnino, hay que imaginarse una mezcla entre samurai, templario, y protagonista de Assasin Creed. Se caracterizan por su imponente presencia física, sus ojos de iris negros, su gran destreza a la hora de luchar y su obediencia disciplinada a la hora de cumplir las órdenes dadas por los miembros de la familia real, por muy crueles que pudiesen parecer.
Entre los vasninos destaca el personaje de Brigadión, el cual, se convierte en maestro de Degall después de chantajearle. Tiene la intención de, o al menos es lo que me ha parecido, de hacer de Degall el siguiente rey-emperador de Sámsala, de transformarle en mejor persona y en un gobernante bueno y justo. Por esta razón le enseña los conocimientos prohibidos, los que están reservados para la formación elitista de los vasninos. O en otras palabras, que le inicia en los caminos de la Fuerza, como en la saga galáctica de George Lucas. También le enseña a enarmonizar, que es un tipo de comunicación telepática, aunque creo que me quedo corto con esta definición.
También quería hablar un poco de las Cartas de Dolor, cuyo juego se asemeja mucho a los videojuegos actuales de temática medieval que se practican actualmente en tablets y móviles. Son uno de los muchos elementos mágicos que aparecen en esta novela, y cuya intervención da lugar a una de las tramas más retorcidas e interesantes de esta obra.
No quería terminar de escribir esta crítica sin mencionar a Galizas, el slá, que sin duda alguna, es el personaje más interesante de este libro. Galizas es un slá, una suerte de alma en pena, de un mago que perteneció a una extinguida orden mágica de Shámsala. Los slá se caracterizan porque pueden burlar a la muerte cambiando de cuerpo. Al recitar un hechizo en concreto, pueden abandonar, en forma de humo, el cuerpo al que están habitando para luego, más tarde, invadir el cuerpo de algún desdichado mientras duerme. Lo que estaría bien, si no fuera porque cuando un slá se apodera de un nuevo cuerpo, mata al huésped.
Además los slá, son los seres más amorales de esta trama. Al ser capaces de burlar la muerte, sienten que las leyes que rigen para el resto de los mortales, no van con ellos. Por esta razón, roban, matan y violan. Porque al vivir en cuerpos ajenos, no les importan llevarlos al límite en fiestas orgiásticas en donde corren el alcohol y el sexo por partes iguales.
La presencia de los slá añade más paranoia a esta trama de conspiraciones cruzadas, porque con ellos sucede lo mismo que con La Cosa de John Carpenter. Cualquiera puede ser un slá y no te darás cuenta hasta que te ataque, o se comporte de una manera inusual, o veas salir el humo.
En resumen, que "Crónicas de Shámsala" es una obra para adultos (por sus dosis de sexo y violencia), especialmente recomendada para incondicionales de George R R Martin o de J R R Tolkien.
Y como es costumbre en mis críticas literarias, termino esta entrada con un vídeo musical de Two Steps from Hell, cuyo tema puede servir para ambientar "Crónicas de Shámsala".


jueves, 8 de marzo de 2018

Crítica literaria "El trono, para una monja".

El maestro Barberán lo ha vuelto a conseguir. La historia de Luise Shorensen sigue en "El trono, para una monja", la continuación de esa otra novela del mismo autor, "La Baronesa".
Rafael Barberán vuelve a los orígenes de su carrera literaria con esta novela, en la que hay sexo y violencia. Después de la resurrección del género de terror vampírico con "La Baronesa", en donde se describía la ascensión al poder de la protagonista, en esta segunda parte, se narran las nuevas intrigas de este personaje. Ya impregnada de poderes vampíricos, convertida prácticamente en la dueña y señora del mundo, la Baronesa desarrolla un nuevo plan maquiavélico para consolidar su poder por los siglos de los siglos. Así va alternando sus sangrientas cacerías nocturnas y su lujurioso apetito por la carne masculina, con sus chanchullos empresariales. Incluso intenta aliarse con el Gran Consejo, un antiquísimo grupo de mandamases sobrenaturales, a los que expone un plan diabólico para devolver al mundo actual al clásico sistema medieval de señores y siervos...


Como ya se había expuesto en la primera novela, la Baronesa es una mujer implacable, que siempre consigue lo que desea. Y lo es aún más en esta segunda novela, en la que además, goza de los poderes de los vampiros.
Pero en esta ocasión, una monja benedictina, una versión luminosa de la propia Baronesa, se interpone en su camino, en su retorcido plan para aniquilar a miles de millones de personas y devolver la Tierra a la Edad Media. ¿Podrá la Baronesa enfrentarse a esta nueva rival? ¿Conseguirá consolidar su poder con su retorcido plan de exterminio? ¿Logrará apropiarse de los poderes del Gran Consejo?
Podrán hallar las respuestas a estas y a o otras muchas preguntas, en "El trono, para una monja", la novela de Ralph Barby editada por Séptimo sello.
Y finalizo esta entrada con un vídeo de las Valkyrias de Wagner, tema y compositor favorito de la Baronesa. Que la disfruten.


viernes, 23 de febrero de 2018

Crítica literaria "La Baronesa".

SPANISH HORROR STORY. Así se podría haber titulado esta novela de Rafael Barberán Domínguez, autor español (catalán para más señas), que es más conocido por su seudónimo, Ralph Barby, con el que firmó miles de historias de género (ciencia ficción, wertern, terror, novela negra) para la Editorial Bruguera durante los últimos años del Franquismo.
"La Baronesa" es una obra ambientada en Barcelona y en otras localidades de Europa. Empieza con una inquietante escena, la que ilustra estas líneas. En la primera década del siglo XXI, un científico, el último ganador del Premio Nobel, entra en su laboratorio secreto, situado en las profundidades del moderno complejo de una empresa farmacéutica, un edificio que está a punto de ser inaugurado. Allí, el honorable premiado con el Nobel lleva a cabo un brutal sacrificio, protagonizando una horripilante escena más propia de las clásicas películas de terror de la Hammer; tras diagnosticar la muerte de una joven inocente, clava una estaca en su pecho y se encarga de incinerar su cuerpo.


Esta escena se cuenta con tal maestría, que el lector se cuestiona; ¿Vampirismo en la Barcelona actual? ¿Qué está pasando aquí? ¿Cómo llegó a suceder algo así?
A estas preguntas se contesta en la narración posterior. El autor retrocede en el tiempo, algo más de una década en el pasado, y empieza a narrar las intrigas urdidas por Luise Shorensen a partir de su boda. Se trata de una mujer tan inteligente como bella, de familia rica, que inicia un retorcido plan para ser la dueña absoluta del mundo actual. Valiéndose del poder empresarial conseguido al casarse con un barón alemán, la Baronesa lleva a cabo una elaborada estratagema que le permitirá acumular poder tecnológico y ser ama de una criatura de las tinieblas...
Los inmensos recursos de una empresa farmacéutica, su capacidad atractiva para hacer que todos los hombres la obedezcan, sus conocimientos exclusivos sobre leyendas europeas de vampiros... A lo largo de los años, esta ambiciosa Baronesa mueve los hilos para conseguirlo todo. Dinero, poder, influencias... incluso la inmortalidad. Y para lograrlo, está dispuesta a cometer los crímenes más aberrantes imaginables...
Con esta novela, Rafael resucita (nunca mejor dicho) el género de terror con vampiros. Una obra imprescindible para todos los fanáticos de este género (sobre todo para los que se han quedado desencantados con la saga Crepúsculo). Os la recomiendo, que no quedaréis defraudados.
Termino esta crítica con un vídeo de Dies Irae, de Mozart. Es el tema que escucha el premiado Nobel en la macabra escena inicial de la novela. La pongo porque la ambientación musical también forma parte de esta obra, pues el autor menciona los hilos musicales que oyen los personajes, ya sea en las fiestas de sociedad de la Baronesa, o en los momentos más intensos y terribles del relato.